miércoles, 8 de junio de 2016

2. Conceptos básicos: crecimiento, desarrollo y subdesarrollo

En la década de 1950, se empezó a hablar de que, tomando en cuenta el nivel de desarrollo económico, social y cultural, existían dos tipos de países: desarrollados y subdesarrollados. Entre los primeros estarían la mayor parte de los países de Europa, Estados Unidos de América, Canadá y Japón. Todos los demás países de economía capitalista eran subdesarrollados. Empezaba a cimentarse la llamada teoría de del desarrollo.
La teoría del desarrollo económico acuñó tres conceptos básicos, que mantienen entre sí una estrecha relación, éstos son crecimiento, desarrollo y subdesarrollo. A continuación, se da una breve explicación de ellos.



Crecimiento o crecimiento económico
Por crecimiento económico se entiende un incremento de la actividad productiva de un país y, por
tanto, de la cantidad de bienes y servicios que pone en el mercado.
Una economía crece cuando se incrementan algunos de los llamados factores de la producción (tierra, trabajo, capital y tecnología), es decir, cuando:

􏰂Aumenta la cantidad de tierra cultivable.
􏰂Aumenta la cantidad de población ocupada.
􏰂Aumenta la inversión de instalaciones, maquinaria o equipo.
􏰂Se introducen mejoras técnicas que incrementan la productividad

El indicador que generalmente se usa para medir el crecimiento económico es el Producto Interno Bruto (PIB), el cual puede definirse como el valor total de los bienes y servicios que se producen en un país en un año.
El PIB es uno de los indicadores macroeconómicos más importantes y su cálculo se efectúa año con año en la mayoría de países del mundo.

Para saber si hubo crecimiento económico de un año a otro, se compara el PIB del año en estudio con el del año anterior. Lo mismo se hace si se quiere saber el crecimiento de un periodo.
Como el PIB se formula en pesos, se debe anular la inflación que se produjo en el año de estudio y que está reflejada en ese dato.

Otra forma de medir el crecimiento económico consiste en utilizar el ingreso per cápita o ingreso por habitante. Éste se obtiene dividiendo el PIB entre el número de habitantes.

Para la teoría del desarrollo, el crecimiento económico es básico. Se considera incluso que no puede hablarse de desarrollo económico si no existe crecimiento económico. Éste es un ingrediente indispensable del desarrollo. Incluso en los primeros años de la teoría del desarrollo, el crecimiento se entendió como sinónimo de desarrollo.

Contra lo que pudiera pensarse, el crecimiento de la economía no produce por sí mismo cambios en la distribución del ingreso entre los grupos o clases que conforman un país. Hubo periodos de crecimiento económico en los cuales la población no mejoró su situación. Ello obedece a que son grupos reducidos los que se apropian de la mayor parte de los beneficios que trae aparejado el crecimiento económico. Una situación de esa naturaleza se vivió durante el porfiriato en México.

Para los políticos el crecimiento económico es un aspecto que, de manera imprescindible, debe aparecer en sus proyectos de gobierno. Saben que significa puestos de trabajo, ingreso para sectores que no están ocupados y ganancias para las empresas.

Desarrollo
Se considera que entre los términos crecimiento y desarrollo existe una estrecha vinculación. Sin embargo, ya desde los principios de la década de 1960, el economista inglés Dudley Seer (1920 – 1983) cuestionó la equiparación del crecimiento con el desarrollo, señalando que este último concepto debe tener connotación social; que si bien el crecimiento puede preceder o acompañar al desarrollo, el simple crecimiento económico no conduce necesariamente al desarrollo. El desarrollo económico es, por tanto, algo cualitativamente distinto del crecimiento, su rasgo primordial es la mejoría de los niveles de vida de toda la población.
Desde entonces en la teoría del desarrollo, se entiende por desarrollo económico el proceso que conduce al “desarrollo”; es decir, el proceso que acerca los países subdesarrollados a los países desarrollados.
Para guiar el proceso de desarrollo, esta teoría considera fundamental el conocer las características que presentan los países desarrollados, las cuales son:

Económicas
  • Estructura económica homogénea y diversificada
  • Alta inversión productiva
  • Crecimiento autoimpulsado
  • Desarrollo permanente de nuevas tecnologías
Sociales
  • Buenas condiciones sanitarias y de salud
  • Baja mortalidad infantil y alta esperanza de vida al nacer
  • Formación de científicos y técnicos de alto nivel y elevada escolaridad de la población
  • Mejor distribución de ingreso y menor porcentaje de la población en situación de pobreza
  • Ingreso per cápita alto y elevado consumo de la población
  • Bajo crecimiento de la población
Políticas
  • Regímenes políticos estables
  • Regímenes de partidos
  • Mecanismos democráticos confiables
  • Un estado de derecho efectivo
  • Bajos niveles de corrupción

En la teoría del desarrollo se ha publicado cantidad de propuestas. Lo que destaca en todas ellas es la visión de que es posible transitar del subdesarrollo al desarrollo, aplicando las políticas económicas adecuadas. Algunos ponen el énfasis en la salud, otros en los niveles de inversión, otros más en la educación, algunos en el ahorro, en la situación de la mujer, en el crecimiento de la población, etc. Esta teoría solamente ha incorporado las preocupaciones y conceptos de los nuevos tiempos. De desarrollo económico pasó a denominarse desarrollo sustentable y después desarrollo con equidad.

Subdesarrollo

Desde el punto de vista semántico, “subdesarrollo” significa debajo del desarrollo; casi el desarrollo. Tomando esta acepción, los países subdesarrollados están a una distancia variable de los países desarrollados. Para la teoría del desarrollo, el subdesarrollo es resultante de que en las sociedades persistan elementos arcaicos atrasados. Debido a ello, la mayor parte de los análisis teóricos o empíricos se centraron en el estudio de las estructuras tradicionales, consideradas como los principales obstáculos del desarrollo.

Se supuso que los problemas de las economías subdesarrolladas se debían a una insuficiencia de desarrollo capitalista, por lo cual se recomendó que éste debería acelerarse. El camino era, pues, emprender una modernización capitalista de las añejas estructuras económico–sociales. La receta: extender las relaciones capitalistas, impulsar su penetración donde no lo habían hecho o solamente habían logrado penetrar de manera parcial.

Una manera sintética de expresar la teoría del desarrollo sería ésta:
• Desarrollarse significa avanzar por la ruta del progreso para llegar a ser, algún día, como los países desarrollados (modelo).
• El proceso de desarrollo se puede acelerar si se adoptan las políticas adecuadas.
Estas políticas requieren no solamente el conocimiento de las características de los países que sirven de modelo, sino también el conocimiento de las características que presentan los países subdesarrollados. De ellas, las más importantes son:

Económicas
  • Persistencia del latifundio
  • Deformación de los aparatos productivos
  • Especialización
  • Desarrollo industrial escaso
  • Desigual distribución del ingreso
  • Poco desarrollo del mercado interno
  • Endeudamiento externo

Sociales
  • Alto crecimiento demográfico
  • Alto porcentaje de desocupación
  • Crecimiento del trabajo informal
  • Pobreza e inseguridad social
  • Poca observancia de los derechos humanos
  • Deficientes condiciones sanitarias y de salud
  • Bajos niveles culturales, persistencia del analfabetismo, de la deserción escolar y de la “fuga de cerebros”.
Políticas
  • Regímenes democráticos inestables
  • Sistemas electorales poco confiables
  • Corrupción de representantes y funcionarios públicos
  • Control gubernamental de las organizaciones obreras, campesinas y populares.
Diferencias entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado

No todos los Países y Estados tienen el mismo grado de organización social, ni similares estructuras productivas, ni parecidos recursos financieros, ni modos de vida equiparables. En la actualidad, dos realidades contrastan bruscamente: la de los países desarrollados y la de los países subdesarrollados o en desarrollo. El 80 % de la población mundial vive en este segundo grupo.

Mundo desarrollado

Los países desarrollados tienen una alto ingresos per cápita, es decir, unos elevados ingresos medios por persona por encima de los 10.000 dólares anuales; una industria potente y tecnológicamente avanzada; un alto nivel de vida, que se refleja en el desarrollo de las infraestructuras y en la cantidad y calidad de servicios sanitarios, educativos, culturales, etcétera; además, una buena parte de la población mantiene un elevado nivel de consumo.


Mundo subdesarrollado

Los países subdesarrollados tienen un ingreso per cápita habitante, que norm alm ente no alcanza los 2.000 dólares anuales; un desarrollo industrial escaso o incipiente, pero que, con frecuencia, depende de la inversión exterior y está basado en la mano de obra barata y en el alto consumo energético; recurs os naturales des tinados fundam entalm ente a la exportación; una fuerte dependencia del exterior en tecnología, comercio y créditos; un reducido nivel de vida, con servicios de baja calidad e inaccesibles a una gran parte de la población; deficientes infraestructuras; un elevado índice de analfabetismo; un crecimiento demográfico muy elevado; y un bajo nivel de consumo. Además, la inestabilidad política, la corrupción y la desigualdad social son corrientes en estos Estados.

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