miércoles, 8 de junio de 2016

3. Comisión Económica para América Latina (CEPAL)

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) fue la creada en 1948 como organismo
dependiente del Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El surgimiento de la CEPAL está antecedido por la creación de la Comisión Económica para Europa (CEPE) y de la Comisión Económica para Asia y el Lejano Oriente (CEALO), las cuales fueron creadas en 1947, por recomendación de la Subcomisión Temporal para la Reconstrucción Económica de Áreas Devastadas, que trataba de coordinar esfuerzos para superar las pérdidas de la guerra.

La CEPAL nació, pues, en el acoplamiento de la posguerra. Se dice que nació por iniciativa de los gobiernos latinoamericanos, ya que el gobierno de Estados Unidos de América no pensaba que fuera prioritaria su creación en esos momentos.

La sede de la CEPAL se estableció en Santiago de Chile. El objetivo de su constitución fue ayudar al desarrollo económico y social de América Latina.

Al frente de la CEPAL, como secretario ejecutivo, fue nombrado el mexicano Gustavo Martínez Cabañas de 1948 a 1950, quien al poco tiempo fue reemplazado en el cargo por el argentino Raúl Prebisch. En el año 2008 la mexicana Alicia Bárcena tomó el cargo
La contrariedad estadounidense por el establecimiento de la CEPAL se convirtió en abierta oposición, cuando en 1949 empezó a expresar una posición teórica y política propia e independiente.
Dependencia
En la CEPAL, durante la década de 1950, se creó y concretó una nueva teoría que intentó explicar el atraso de los países latinoamericanos. En este organismo, surgió una corriente de pensamiento económico que sometió a rigurosos análisis del desarrollo y elaboró una teoría propia, original y alternativa.
Aunque importantes economistas y sociólogos acudieron a la CEPAL, se estima que todos ellos estaban integrados alrededor de Raúl Prebisch quien se consideraba el autor de las ideas principales, las que dieron origen a esta teoría. El método que se utilizó fue el estructuralismo.

La teoría de la CEPAL refuta el concepto de subdesarrollo como atraso, rezago o falta de modernidad. Para la CEPAL, el subdesarrollo es el resultado del proceso mundial de expansión capitalista, del cual derivan dos polos: uno desarrollado y otro subdesarrollado.
La CEPAL entiende la dependencia como la forma de integración de las economías coloniales con las economías europeas y después, de las economías latinoamericanas con las economías de los países desarrollados.

Dependencia porque las economías latinoamericanas fueron integradas en función de las economías europeas.
• Dependencia tecnológica porque las metrópolis y luego los países desarrollados controlaron el avance técnico.
• Dependencia por la adopción–imposición de formas de vida y patrones de consumo provenientes del desarrollo.

Estas dependencias explican la continuación de la dependencia en general y, por tanto, del subdesarrollo. Sin embargo, para la CEPAL es posible reformar el sistema económico mundial en que están implantados ambos tipos de países y lograr que se supere el subdesarrollo. La reforma puede partir de acuerdo con la CEPAL de una serie de políticas implementadas por los países subdesarrollados que reduzcan la grieta que los separa de los países desarrollados.

 Capitalismo periférico

Los conceptos centro–periferia y capitalismo periférico fueron utilizados por Prebisch en su libro “El desarrollo económico de América Latina y algunos de sus principales problemas” (1949), también conocido como “El Manifiesto”, que fue determinante para la llegada de Prebisch a la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
En este documento y posteriormente en los que producirá la CEPAL, dirigida por Prebisch, se concibe a América Latina como un área periférica de un mundo cuyo centro fue ocupado primero por Inglaterra y Europa, y hoy lo ocupan Estados Unidos de América, Europa y Japón. Este simple hecho ilustra el por qué no pueden ser idénticas las sociedades del capitalismo desarrollado y las sociedades de la periferia.
Esta dualidad de la economía mundial se originó con la Revolución Industrial, que dio lugar al surgimiento de algunos países industrializados, los cuales impusieron una división internacional del trabajo a las regiones periféricas a Europa.


Los países de la periferia se integraron al sistema capitalista mundial como productores de materias primas y productos agrícolas. América latina era parte de la periferia. A esta primera etapa de integración la CEPAL la llamó modelo primario exportador o de de sarrollo hacia afuera.
En un principio se exportaron los mismos productos que durante la época colonial. Eran los más provechosos, ya que tenían mercado seguro en Europa y contaban con la experiencia de trabajo local.
En este periodo la economía mundial estuvo compuesta por países productores y exportadores de alimentos y materias primas e importadores de productos industriales por un lado, por el otro de países importadores de alimentos y exportadores de productos industriales.

El capital externo se invirtió en los sectores económicos que ya constituían la especialidad de cada uno de nuestros países.
Las inversiones extranjeras al penetrar en esos sectores, introdujeron métodos y técnicas productivas modernas. Asimismo la mejor explotación de nuestros recursos y mercados requirió la modernización de la estructura económica. Empresas de capital extranjero construyeron y controlaron líneas férreas y navieras, establecieron bancos, empresas eléctricas, etcétera, apoderándose de las principales ramas económicas de nuestros países.

En la etapa de crecimiento hacia afuera, el sector exportador fue clave y motor de la economía. Del comportamiento de las exportaciones dependían las principales variables económicas: ingreso, empleo, inversión y, por tanto, el crecimiento de la economía.

El volumen de la producción de nuestros productos de exportación (azúcar, cacao, café, algodón, cueros, carne, plata, caucho, henequén, petróleo, etcétera) estaba condicionado por la demanda externa, esto es, por el comportamiento de las economías de los países industrializados de Europa.
Durante este periodo, fue posible observar en algunas regiones de nuestros países un desarrollo productivo moderno e importante, el cual contrastaba con áreas económicamente deprimidas.

La economía de nuestros países se hizo dependiente de las economías avanzadas de Europa y de la estadounidense. Lo que distinguió a unas economías de las otras fue que mientras las economías metropolitanas tenían un crecimiento independiente y autoimpulsado, las nuestras solamente crecían por el impacto de la expansión de aquéllas.

El modelo de crecimiento hacia afuera, por el que pasaron economías latinoamericanas, al depender de su sector exportador, fue altamente sensible a las fluctuaciones de la demanda externa y, por tanto, a las crisis que sacudían a la economía capitalista mundial. Entre ellas, la crisis de 1872, la de 1890 y la gran crisis denominada la Gran Depresión de 1929–1933, durante la cual el modelo empezó a dar muestras claras de agotamiento en algunos países.
Los gobiernos latinoamericanos fueron conscientes de la vulnerabilidad externa de sus economías durante esa época; los que tuvieron las condiciones, la voluntad y las posibilidades de hacerlo impulsaron medidas tendientes a disminuir los efectos negativos de ese modelo, lo que contribuyó, en la unión adecuada, a sustentar un nuevo modelo de crecimiento.
El modelo de crecimiento hacia afuera es todavía el modelo que rige en la actualidad, en gran número de países de América Latina, Asia y África.

Relaciones centro – periferia

El postulado básico de la teoría de la CEPAL es el siguiente: la economía mundial capitalista debe considerarse como un todo indivisible, pero conformado por dos polos, el centro y la periferia. Ambos polos, mantienen estructuras productivas sustancialmente diferentes, debido a que responden a las distintas funciones que cada uno cumple dentro de la economía mundial (producción de alimentos y materias primas por un lado y productos industriales por el otro). Centro y periferia se determinan, interconectan y complementan.

La diferencia entre países desarrollados y subdesarrollados, o sea, entre los dos polos, es de origen. El centro logró implantar técnicas modernas antes que la periferia.
Para la CEPAL, las desigualdades entre el centro y la periferia se reproducen a través del comercio internacional. Una de las principales tesis de esta teoría que pudieron sustentar con datos empíricos e históricos, es que en las relaciones comerciales entre los países subdesarrollados y los desarrollados, se observa, a lo largo del siglo XX, una tendencia de deterioro de los términos de intercambio, desfavorable para los países subdesarrollados. Esto es, mientras los precios de productos primarios presentan una tendencia general a la baja, los precios de los productos industriales han observado una tendencia a la alza.

Esta forma desigual de intercambio comercial provoca que las ventajas de los avances tecnológicos, de los incrementos de producción y de productividad del sector exportador de la periferia sean trasladados al centro. El comercio internacional no sólo perpetúa la asimetría centro-periferia, sino que la profundiza.
La recomendación política que deriva de la CEPAL de lo anterior es tratar de defender los precios de los productos primarios y las materias primas mediante la acción pactada.

CEPAL en México

La sede subregional de la CEPAL en México elabora documentos en los que se analizan los principales problemas de desarrollo de mediano y largo plazo que enfrentan los países de la Región Norte de América Latina y el Caribe y ésta en su conjunto. También se presta un servicio de venta de publicaciones con el fin de difundir material de interés general cuyos temas abarcan principalmente desarrollo económico y social, medio ambiente y derechos humanos, elaborado en parte por la sede de CEPAL en Santiago (Chile), esta sede subregional y las oficinas de CEPAL, así como por la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Las área temáticas de los problemas que se analizan son las siguientes:
Comercio e Integración
Desarrollo Agrícola y Rural
Desarrollo Económico
Desarrollo Social
Evaluación de Desastres
Energía y Recursos Naturales Especiales

Industria y Competitividad









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