jueves, 9 de junio de 2016

9. Costos sociales de la crisis

El presidente en la época de cambio de viejos pesos a nuevos pesos era Carlos Salinas de Gortari. Así se fueron viviendo las repercusiones sociales de las crisis recurrentes en este periodo.
Dichas crisis fueron las ocurridas en los sexenios de:


• Miguel de la Madrid Hurtado
• Carlos Salinas de Gortari


Miguel de la Madrid Hurtado

En 1982, cuando Miguel de la Madrid Hurtado asumió la Presidencia de la República, reconoció que la situación del país era muy difícil, debido al alza de las tasas de interés de la deuda externa y a la caída de los precios internacionales del petróleo. Para afrontar la crisis económica, anunció la puesta en marcha del Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE), que vislumbraba las siguientes medidas:

􏰁 Disminución del gasto público.
􏰁 Combate a la inflación.
􏰁 Recuperación del ritmo de crecimiento.
􏰁 Defensa del empleo.
􏰁 Restructuración de la administración pública.
􏰁 Aumento de ingresos fiscales.
􏰁 Continuidad a la mayoría de los programas de inversión productiva.
􏰁 Protección y estímulos a los programas que proveyeran de productos básicos al sector popular.
􏰁 Reformas constitucionales para reafirmar el papel del Estado dentro del sistema de economía mixta.


El PIRE fue la respuesta del Estado para intentar recuperar el ritmo de crecimiento mediante el aumento en los precios de los servicios, productos e impuestos. Otras medidas que complementaron el PIRE, fueron la casi total liberalización de precios y la aplicación de un estricto tope salarial. En mayo de 1983, De la Madrid dio a conocer el Plan Nacional de Desarrollo (PND), programa que contenía una serie de propuestas ciudadanas, resultado de los foros de consulta popular implementados durante su campaña electoral. Estaba organizado en tres partes:


1. Reorientación económica contra la inflación y la  inestabilidad cambiaria, enfocado a implementar un cambio estructural para reestructurar y modernizar el aparato productivo y distributivo nacional.
2.Describíalos lineamientos de gasto público vinculados con la economía internacional, capacitación y productividad.
3. Da ba formas de participación social para ejecución y evaluación del plan para promover la economía de las exportaciones, modificar la política agraria y garantizar la estabilidad.


Se pensó que con su aplicación se fortaleciera la independencia de México, aumentaría el empleo; se acabaría con la inflación y la inestabilidad cambiaría; se superaría la crisis, y se recuperaría la capacidad de crecimiento. El PND aseguraba que después de un ajuste en la economía, entre 1983 y 1984, ésta crecería entre 5 y 6% en el periodo comprendido de 1985 a 1988. Desgraciadamente esto no ocurrió, por lo que en junio de 1986 se puso en marcha el Programa de Aliento al Crecimiento.

El PAC tenía el propósito de:

  • Defender la producción y el empleo, registrando las bases para la recuperación económica. 
  • Proteger los salarios.

  • Controlar la inflación generada por la crisis petrolera.

  • Alentar la inversión privada.

  • Lograr mayores ingresos en las exportaciones.

  • Renegociar la deuda externa.

  • Proseguir con el saneamiento de las finanzas públicas.

  • Abrir espacios a las inversiones públicas indispensables, acelerando el cambio estructural.

Con la puesta en marcha del PAC se aseguró que se terminaría con la crisis, pero en realidad esto no sucedió, porque se había llamado a la buena disposición de los agentes externos y a la confianza de la iniciativa privada; los primeros no suministraron los recursos solicitados, y los segundos no hicieron grandes inversiones, a pesar de que el gobierno les ofreció créditos y mayores estímulos fiscales.

El 15 de diciembre de 1987, tras la gran caída de la Bolsa de Valores, conocida como lunes negro, en octubre de ese año, la crisis llegó a su nivel más alto y, ante la amenaza de huelga general que había decretado el sindicalismo oficialista, se firmó el Pacto de Solidaridad Económica (PSE) entre el presidente de la República y representantes del Congreso del Trabajo, de la CNC y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), con el propósito de controlar y abatir la inflación. El Presidente de la República exhortó a los tres sectores productivos a duplicar los esfuerzos y soportar el sacrificio que implicaba sacar al país de la crisis.
Entre las medidas que se implementaron en aquella ocasión destacan:
• Incremento del 3% a los salarios mínimos.
• Aumento del 26.6% a los productos no básicos.
• Control del tipo de cambio del peso frente al dólar.
• Se prohibió el incremento de precios en bienes y servicios controlados por la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI).


Carlos Salinas de Gortari

Al inicio de su gobierno, Carlos Salinas de Gortari enfrentó la recesión de la economía nacional, esto provocó una disminución en las actividades productivas, hecho que se reflejaba en la fuerte caída del nivel de vida de los mexicanos. Por tal motivo, durante su discurso de toma de protesta, en diciembre de 1988, anunció la aplicación del Pacto para la Estabilidad de el Crecimiento Económico (PECE), el cual tendría una duración de cuatro años (1989 – 1992). En cierta forma, era la continuación del PSE, aplicado durante el sexenio de Miguel de la Madrid.

Entre las metas más importantes que se observaban en dicho programa destacaban:
  • Incremento del 8% al salario mínimo.

  • Estabilidad de precios.

  • Aumento en las tarifas de algunos servicios públicos así como de

  • bienes.

  • Fomento al crecimiento económico.

  • Apoyo al campo mediante la entrega de créditos.
Pero, al igual que en los programas anteriores, la clase trabajadora fue la que llevó la carga más pesada, por lo que varias organizaciones y centrales obreras, entre ellas la Confederación Obrera Revolucionaria, rechazó el PECE y se negó a firmarlo. Cuando el presidente de la República anunció que el Pacto tendría ocho meses más de vigencia, los inconformes protestaron la medida, pues el programa sólo había servido para controlar a la población y liberar paulatinamente los precios de varios productos y servicios, tal como ocurrió con los hidrocarburos (gasolina y diesel) y la electricidad. La crisis económica no se había logrado derribar; generando mayor molestia social; así que el gobierno y los sectores productivos volvieron a negociar con el fin de evitar mayores revueltas sociales. En 1992 se firmó el Pacto para la Estabilidad, la Competitividad y el Empleo, que llevó las mismas siglas del programa anterior. El nuevo PECE contemplaba:

  • La simplificación administrativa del aparato gubernamental.

  • Elevar la productividad y la calidad de la industria nacional para facilitar su competitividad de cara a la entrada en vigor del Tratado Trilateral de Libre Comercio suscrito por nuestro país con Canadá y Estados Unidos.

  • La estabilidad de precios yrecuperación del poder adquisitivo de los trabajadores.

  • La modernización del aparato productivo.

De nuevo, los objetivos planteados en el PECE no se cumplieron, la crisis aumentó considerablemente, al punto de que en enero de 1994, el presidente volvió a reunirse con los representantes del sector campesino, obrero y patronal para ratificarlo y que siguiera operando, aunque sin resultados satisfactorios hasta que, a mediados de ese año fue sustituido por el Pacto para el Bienestar, la Estabilidad y el Crecimiento (PABEC), cuyas acciones tampoco pudieron evitar que México se encaminara a uno de los peores desastres económicos, en 1995, como consecuencia de los llamados errores de diciembre de 1994.

9.1. Niveles de bienestar social

Hemos visto que la década de los años ochenta fue muy difícil para nuestro país, ya que sufrió la caída más brutal de sus indicadores económicos, afectando especialmente a las clases populares. Esta década fue trágica y dejó una enorme deuda social.

􏰁 Desempleo

Con el deseo de lograr la introducción del país en la nueva dinámica internacional que se vivía, el gobierno eliminó la política del Estado Benefactor que se había aplicado desde la época de Lázaro Cárdenas, provocando la quiebra de centenas de empresas, el cierre de diversos centros de trabajo, despidos masivos y el debilitamiento de los contratos colectivos.
La participación del trabajo en el ingreso nacional, que en 1982 era del 41.7%, disminuyó 29% en 1988, mientras que la aportación del capital privado, que era del 48%, subió a 64% en el mismo periodo. No resulta extraño que esto haya ocurrido, pues en estos años, la política laboral del gobierno se caracterizó por el despido de miles de obreros; por su negativa a otorgar el registro a diversas agrupaciones sindicales independientes que exigían la solución a sus demandas; por restringir el derecho de huelga; fomentar la ruptura del movimiento obrero y aniquilar varias organizaciones sindicales.

Además, en esta época se incrementó la migración del campo a la ciudad, ante el deseo de los campesinos de encontrar un mejor nivel de vida; aunque en la mayoría de los casos se subemplearon en trabajos cuyas retribuciones eran muy bajas, aumentando la desigualdad y la pobreza de las zonas urbanas.

Es fácil entender que esto sucediera así, tan sólo en 1988 había 3.5 millones de campesinos sin tierra y 1.5 millones de ejidatarios, comuneros y minifundistas pobres, cuyas tierras o parcelas no alcanzaban a producir lo suficiente para mantener a sus familias, por lo que tenían que laborar en otras actividades para complementar sus ingresos y lograr sobrevivir. La agricultura ejidal ya era incosteable por los altos costos de producción y los bajos precios de garantía de los productos agrícolas. El empobrecimiento de la población rural fue evidente, tan sólo el poder adquisitivo de los salarios pagados a los trabajadores agrícolas se redujo 51% entre 1982 y 1991. Se puede constatar también en el hecho de que el ingreso total de la población rural equivalía a 46% del correspondiente a la población urbana.


El salario de un trabajador en 1988 fue el más bajo de los seis sexenios anteriores y uno de los de menor poder adquisitivo en el mundo. Como vemos, como consecuencia de la política económica que se aplicó, millones de mexicanos se quedaron sin trabajo y poco más de 15 millones de personas, cerca de 50% de la población económicamente activa en aquella época, se encontraban subempleados.

Lo mismo ocurrió durante el sexenio de Salinas de Gortari, ya que continuaron los despidos masivos y los salarios se mantuvieron congelados, lo que obligó a muchos mexicanos a buscar opciones laborales para poder subsistir; una de ellas, quizá la más recurrente, fue la del comercio informal, que proliferó en forma desmedida en las principales ciudades del país, pero también aumentó marcadamente la migración hacia Estados Unidos, el contrabando, el secuestro y el narcotráfico. Durante el primer año de gobierno de Ernesto Zedillo también hubo desempleo. A los despidos se añadieron 1.2 millones de jóvenes que ese año demandaron trabajo sin obtenerlo.


􏰁 Inflación

Durante la administración de Miguel de la Madrid Hurtado se redujo notablemente el gasto público; se eliminó la mayoría de los subsidios; fueron cerradas y vendidas cientos de empresas públicas; se eliminaron dependencias federales y hubo un recorte a la planta de personal de gobierno. Además, se tuvo que hacer frente a dos drásticas caídas en los precios internacionales del petróleo. Pero no fue todo, luego del desplome de la Bolsa de valores, el 18 de noviembre de 1987 el Banco de México se retiró del mercado cambiario y la cotización del dólar subió de 1,718 pesos a 2,700; dos días después, las tasas de interés bancario se elevaron a 115.75% y, el 4 de diciembre, el Banco de México las incrementó dos puntos y medio más. La inflación llegó a su nivel máximo, haciendo más difícil la crisis que se vivía, motivo por el cual, se tuvo que aplicar una política de contención salarial, elevación de precios y tarifas públicas; así como la reducción y eliminación de subsidios, medidas poco efectivas que no pudieron evitar el estancamiento del PIB, el desempleo, la devaluación del peso y la caída de los salarios.
Lo mismo ocurrió con el Pacto de Solidaridad Económica, que contempló el aumento de los precios y tarifas del sector público.

Los desajustes económicos, que agrandaron la marginación, la pobreza y la desigualdad entre los sectores de la población y las diferentes regiones del país, continuaron durante el periodo de gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Consciente de ello, el presidente manifestó que el objetivo fundamental de su política social era la búsqueda del bienestar popular.
La política económica neoliberal debía beneficiar a los que menos tenían, pero también a las clases más altas. La búsqueda del bienestar popular llevó a la adopción en 1991 del liberalismo social, una ideología, que según el discurso oficial, sustentaba el modelo económico.
En materia de justicia social esta situación recalcó la marginación de aquellos grupos y regiones que no poseían las herramientas para ser incorporados a la economía globalizada.


􏰁 Poder adquisitivo

Entre 1982 y 1988, la población experimentó una severa disminución en el consumo de alimentos, estrechamente ligada a la pérdida del 50% del poder adquisitivo de los salarios, al aumento de las tarifas de los servicios públicos (electricidad, gas y teléfono) y de los productos de las empresas paraestatales (combustibles y fertilizantes). Según cifras oficiales, al finalizar el sexenio de Miguel de la Madrid, cerca de 40% de los mexicanos presentaba algún índice de desnutrición, situación que se complicó a partir de 1984, cuando se elevaron los precios de los productos de la canasta básica entre un 30 y 50%.

Salinas de Gortari
Cerca del 50% de la población nacional se encontraba sumida en la pobreza, mientras que unos 17 millones padecían de pobreza extrema; casi veintitrés millones de mexicanos no tenían acceso a vivienda; poco menos de 53% de la población vivía en condiciones de sanidad adecuada; sólo 75% de las personas que se habían establecido en zonas urbanas contaba con servicio de agua entubada. En las zonas rurales, cerca de cinco millones de personas no tenían empleo permanente. De la misma manera en esos años, disminuyó el presupuesto destinado a la salud y a la vivienda.

Ernesto Zedillo
Por otra parte, Salinas de Gortari disminuyó el presupuesto social en los rubros de educación, salud y vivienda, aumentó el capital para pagar los intereses de la deuda externa. También se presentaron severas deficiencias en los servicios de salud e instalaciones escolares, y problemáticas en las vialidades. Por último, el primer año del gobierno del presidente Zedillo, los salarios mínimos perdieron alrededor de 30% de su poder adquisitivo y los salarios contractuales, entre 30 y 40%.




􏰁 Desarrollo sustentable

Desarrollo sustentable o sostenibilidad no es otra cosa que el “progreso que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, esto según la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Brundtland en 1987.
Si bien esta definición subraya la necesidad de equilibrar los intereses de las generaciones actuales y futuras, no define el concepto de necesidades ni sus implicaciones.
Por ejemplo ¿implica que el bienestar (utilidad) no debe caer por debajo de cierto mínimo para cualquier generación subsiguiente? ¿Implica que cada generación debe disfrutar de un nivel constante de bienestar? ¿O que para cada generación futura el bienestar debe no ser descendente?
En todo caso, algo que nos debería quedar muy claro es abordar este asunto de forma ética, tomando en cuenta la equidad intergeneracional, enfatizando la obligación moral de las actuales generaciones de asegurar que las generaciones futuras disfruten de la calidad de vida, al menos como la que se tiene en la actualidad.

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